El Atlántico tiene 10 veces más plásticos de lo que se pensaba

El Atlántico tiene 10 veces más plásticos de lo que se pensaba. Así lo señala un estudio publicado por ‘Nature Communications’. La masa ‘invisible’ de microplásticos presente en las aguas superiores oscila entre los 12 y los 21 millones de toneladas, lo que lleva a estimar que la cantidad total en ese océano es diez veces mayor.

Esta cifra refiere los tres tipos de plásticos más comerciales y contaminantes, y es comparable a los cálculos sobre desechos plásticos vertidos en el Atlántico en los últimos 65 años que los situaban en 17 millones de toneladas, lo que refleja que este problema medioambiental ha sido «sustancialmente subestimado» durante décadas, según el estudio.

Posiblemente este error de cálculo se debe a que antes no se medían las concentraciones de partículas microplásticas más allá de la superficie del océano, explica la investigadora y coautora del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido (NOC), Katsiaryna Pabortsava.

El estudio ha medido por primera vez la cantidad de desechos plásticos en los primeros 200 metros de profundidad del Atlántico y «desde el Reino Unido hasta las Malvinas». Para ello, los investigadores tomaron muestras de agua en una campaña oceánica financiada por el Programa europeo H2020 y que tuvo lugar entre septiembre y noviembre de 2016.

Los investigadores filtraron grandes volúmenes de agua de mar a tres profundidades seleccionadas hasta los 200 metros y, mediante la técnica de imágenes espectroscópicas, detectaron e identificaron numerosos contaminantes plásticos.

El estudio se centró en tres de ellos: el polietileno, el polipropileno y el poliestireno, los tipos de plástico más usados comercialmente y también los más contaminantes, y todos ellos, de menos de 1 milímetro.

Los resultados de la investigación muestran que «la cantidad de basura es mucho mayor de lo que se ha estimado», unas diez veces más, por lo menos, según Lampitt.

«Para determinar los peligros de la contaminación plástica para el medioambiente y los seres humanos, hace falta tener buenas estimaciones de la cantidad y características de este material, cómo entra en el océano, cómo se degrada y cuál es su toxicidad en esas concentraciones», advierte Lampitt.

 

Redacción (Agencias)