Los villancicos han recorrido un largo camino desde sus orígenes. Aunque en sus primeros siglos no tenían nada que ver con la Navidad, a partir del siglo XVIII comenzaron a asociarse con celebraciones religiosas, destacando composiciones que exaltaban el nacimiento de Jesús. Sin embargo, en las últimas décadas, los villancicos han dado un giro sorprendente: el amor ha tomado protagonismo por encima de la temática cristiana.
Villancicos clásicos como Los peces en el río, Campana sobre campana o Ande la marimorena siguen siendo fundamentales en las celebraciones navideñas, pero canciones más modernas, como All I Want for Christmas Is You de Mariah Carey o Last Christmas de Wham!, han transformado el género, dejando de lado los temas religiosos para hablar de romance, desamor y deseos de amor.
En este giro moderno, las canciones de artistas como Ariana Grande, Justin Bieber y Kelly Clarkson se suman a esta tendencia, centrándose más en el sentimiento universal del amor que en la celebración religiosa de la Navidad. En España, David Bisbal y Edurne también han seguido esta línea, con temas que hablan de amor y relaciones, dejando atrás las referencias cristianas en sus composiciones navideñas.
Aunque los villancicos religiosos tradicionales siguen siendo un pilar en la Navidad, el amor romántico se ha convertido en el verdadero protagonista de las festividades actuales, reflejando una sociedad menos religiosa y más centrada en sentimientos universales.
Redacción (Agencias).
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