Una investigación financiada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) revela los mecanismos con los que el tumor “se defiende” del sistema inmunitario y abre nuevas vías para tratamientos más eficaces.
Por primera vez, un equipo internacional de científicos ha logrado desentrañar cómo el cáncer colorrectal metastásico logra resistir a la inmunoterapia, uno de los tratamientos más prometedores contra esta enfermedad. El estudio, financiado por la AECC y publicado en Nature Genetics, ha sido liderado por Eduard Batlle y Alejandro Prados (IRB Barcelona y Ciberonc) junto con Holger Heyn (CNAG).
La inmunoterapia se basa en activar las propias defensas del paciente para atacar las células tumorales. Sin embargo, en el caso del cáncer colorrectal metastásico, la mayoría de los pacientes no responden a este tratamiento. Según los investigadores, esto ocurre porque el tumor crea una doble barrera protectora que frena la acción del sistema inmunitario.
Utilizando modelos animales y muestras de pacientes, el equipo ha identificado dos mecanismos complementarios: por un lado, el tumor impide la llegada de linfocitos T (las células encargadas de destruir las células cancerosas), y por otro, limita la multiplicación y eficacia de los pocos que logran infiltrarse.
El estudio también señala que ambos mecanismos están regulados por una molécula llamada TGF-β, cuya inhibición en el laboratorio favorece la entrada de linfocitos T y potencia la inmunoterapia. Aunque ya existen fármacos que bloquean TGF-β, su uso clínico es todavía limitado debido a los efectos secundarios.
Los investigadores apuntan a nuevas moléculas asociadas a TGF-β como posibles dianas terapéuticas, lo que abre la puerta a tratamientos combinados más efectivos para pacientes con metástasis colorrectal.
Este avance ha sido posible gracias al Programa de Excelencia AECC-Metástasis, una iniciativa de la Asociación Española Contra el Cáncer que impulsa la investigación traslacional en cáncer metastásico.
El cáncer colorrectal es el más diagnosticado en España, con más de 44.000 casos anuales, y la metástasis sigue siendo la principal causa de muerte. Este hallazgo supone un paso clave hacia terapias más personalizadas y esperanzadoras para quienes actualmente carecen de opciones efectivas.
Redacción (Agencias).
