Investigadores de la UAM, junto con Johns Hopkins y Harvard, confirman que los déficits sensoriales aumentan el riesgo de síndrome de fragilidad en personas de mediana edad y mayores.
Un estudio conjunto de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Johns Hopkins y Harvard ha revelado que la combinación de problemas de visión y audición aumenta doblemente el riesgo de sufrir fragilidad en adultos de mediana y avanzada edad. Este síndrome, que afecta la capacidad del cuerpo para hacer frente al estrés, está relacionado con hospitalizaciones más largas, mayor dependencia y un mayor riesgo de caídas.
El estudio, basado en datos de más de 105.000 personas, muestra que la pérdida de ambos sentidos tiene un impacto mucho mayor que cuando cada uno de ellos se pierde por separado. Los investigadores destacan que evaluar la función sensorial a edades tempranas podría ser clave para prevenir la fragilidad y sus consecuencias.
Según el profesor Humberto Yévenes-Briones de la UAM, es crucial integrar estas evaluaciones en la práctica clínica habitual para mejorar la prevención y evitar el aislamiento social y físico que acelera el deterioro.
Redacción (Agencias).




