El pistacho, el nuevo perejil de todas las salsas

En los últimos años, el pistacho ha experimentado un notable auge en la gastronomía, pasando de ser un simple aperitivo a convertirse en un ingrediente estrella tanto en recetas dulces como saladas. Este fruto seco, originario de Oriente Medio —Irán, Siria, Afganistán o Turquía—, ha sido aclamado por su sabor inconfundible, su versatilidad culinaria y sus múltiples beneficios nutricionales. Hoy en día, se cultiva también en países como Australia, México, Estados Unidos y España, especialmente en Castilla-La Mancha, donde se concentra el 80 % del cultivo nacional.

Su uso se ha extendido ampliamente en la cocina moderna. En la repostería, es protagonista de pasteles, tartas, helados, bizcochos, galletas y crepes. Chefs como Oriol Balaguer o los hermanos Torres lo utilizan en elaboraciones sofisticadas, como mousse de pistacho o coulant acompañado de helado y lichis. Pero su versatilidad va más allá del dulce: se emplea en recetas saladas como ensaladas, salsas (como el pesto), platos de pasta, cuscús, guarniciones, lasañas o pizzas. José Andrés, por ejemplo, lo incorpora en cremas de verduras para añadir textura y frescura.

Los chefs Alberto Martín y Paolo Maglia coinciden en que el pistacho se ha convertido en el “nuevo perejil”, omnipresente en todo tipo de platos. No obstante, advierten que esta popularidad también podría derivar en un uso excesivo o en productos adulterados, con mezclas de colorantes y azúcares que imitan al pistacho auténtico.

Además de su valor culinario, su riqueza nutricional ha llevado a catalogarlo como un superalimento. Estudios, como el publicado en la revista Nutrients, resaltan su contenido en antioxidantes, proteínas, fibra, vitaminas y grasas saludables, beneficiosas para la salud cardiovascular y el control del colesterol. Así, el pistacho se consolida como un alimento tan saludable como versátil.

Redacción (Agencias)