Un estudio desmonta la idea de que el cerebro se reorganiza tras una amputación y abre nuevas puertas al tratamiento del dolor y al uso de prótesis
En contra de lo que se pensaba, el cerebro no borra la existencia de una extremidad aunque ya no esté en el cuerpo. Un estudio liderado por universidades de Reino Unido y EE. UU. y publicado en Nature Neuroscience revela que el mapa corporal del cerebro permanece intacto incluso años después de una amputación.
¿Y esto qué significa? Que el área del cerebro que controlaba, por ejemplo, tu mano derecha, sigue ahí activa como si nunca se hubiera ido, lo que podría explicar por qué muchas personas amputadas siguen sintiendo su extremidad fantasma —con picores, dolor o incluso sensaciones de movimiento—.
Además, este hallazgo podría ser clave para mejorar el control de prótesis robóticas y diseñar terapias más eficaces para el tratamiento del dolor. De hecho, uno de los pacientes del estudio, que recibió una cirugía innovadora reconectando nervios a nuevos músculos, dejó de sentir dolor, mientras que otros con tratamiento tradicional no tuvieron la misma suerte.
La neurociencia sigue rompiendo esquemas y esta vez nos recuerda que el cerebro guarda la memoria del cuerpo… literalmente.
Redacción (Agencias).




