Sevilla presenta su parada de autobús que combate el calor extremo del verano

A finales del verano, Sevilla pondrá en marcha la primera parada de autobús capaz de reducir la temperatura ambiente en hasta 20 grados, fruto del trabajo del grupo de investigación Termotecnia de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla. El proyecto, liderado por el profesor José Sánchez junto a Mari Paz Montero y otros expertos, se ubicará en la calle Manuel Villalobos, en el distrito Macarena.

Concebida como un “refugio climático”, la parada funcionará durante las horas más calurosas del verano mediante un sistema de radiación térmica. A diferencia del aire acondicionado, que solo expulsa aire frío, la propia estructura emitirá frescor, similar al funcionamiento de un frigorífico.

La instalación contará con una marquesina conectada a un tanque subterráneo donde se almacena agua depurada. Este depósito está vinculado a la estructura mediante tubos que recorren el interior y el techo, zona que integra sensores y placas solares. El sistema es autosuficiente, capaz de generar electricidad y agua fría, y está dotado de sensores que detectan temperatura exterior, presencia de personas y condiciones climáticas, activándose solo cuando es necesario.

Por la noche, el agua del tanque circula hacia las placas solares, donde se enfría antes de retornar al depósito subterráneo para mantener el frescor. Durante el día, los paneles fotovoltaicos almacenan la energía que impulsa el agua. Cuando los sensores perciben usuarios en espera, el líquido recorre la estructura y, a través de pequeños poros metálicos del tamaño de un garbanzo, libera el frío.

El enfriamiento dura entre 10 y 20 minutos, tiempo medio de espera del autobús, y permite que una temperatura exterior de 42 ºC se perciba como unos 23 ºC dentro del refugio. Si no hay personas presentes o las temperaturas bajan, el sistema se detiene para optimizar recursos.

Este prototipo, que se instala dos años después de las primeras pruebas, supone un avance en la adaptación urbana al cambio climático y podría replicarse en otras zonas con altas temperaturas estivales. La Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento esperan evaluar su eficacia durante la próxima temporada estival para decidir su futura expansión.

Redacción (Agencias)