Verano sin filtros

El calor, las redes y los cánones estéticos intensifican los trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes, con más ingresos hospitalarios y casos cada vez más jóvenes.

Llega el verano… y con él, los filtros, las comparaciones y los cuerpos “perfectos” que inundan Instagram, TikTok y todo lo demás. Y aunque para muchos esta época es sinónimo de vacaciones, para otros puede ser un momento especialmente difícil. Los expertos en salud mental alertan de un repunte preocupante de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) entre adolescentes, sobre todo chicas.

Según datos de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña (ACAB), 9 de cada 10 personas con TCA son mujeres, y entre el 15% y el 18% de las adolescentes presentan conductas de riesgo, aunque solo un 4% recibe un diagnóstico clínico.

Uno de los datos más duros es el que llega desde los hospitales: los ingresos de menores de 12 años por este tipo de trastornos han aumentado un 20-25%, y ya hay casos diagnosticados en niñas de solo 9 años. ¿El motivo? No hay uno solo, pero hay varios muy potentes: más exposición del cuerpo, ruptura de rutinas escolares o terapéuticas y una presión estética brutal.

Rocío Rosés, doctora en Psicología y directora del Servicio de Salud Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor, señala que “evitar ir a la playa o piscina puede ser una señal de alarma”. Y añade algo muy importante: “No se trata de cambiar el cuerpo, sino de cuidar la autoestima y el bienestar emocional”.

Los TCA como la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón son enfermedades complejas, con un montón de factores detrás: psicológicos, sociales, emocionales… De ahí que se necesite un enfoque especializado y un tratamiento completo.

Rosés también insiste en el papel fundamental del entorno familiar: compartir comidas, no hacer comentarios sobre el cuerpo y ayudar a los más jóvenes a tener un pensamiento crítico frente a los ideales irreales que venden las redes y la publicidad. Porque no todo lo que se ve es real, y no todo lo real tiene que encajar en lo que se ve.

Desde los centros de salud mental se pide más visibilidad de estos trastornos también en verano, más prevención y más recursos para quienes los sufren. Porque sí, el verano puede ser complicado… pero también puede ser un buen momento para empezar a cuidarse desde otro lugar.

Redacción (Agencias).