Burgos se convierte en plató con la ruta de “La huella del mal”

Burgos ha transformado el rodaje de La huella del mal en una nueva propuesta turística. El thriller dirigido por Manuel Ríos San Martín, protagonizado por Blanca Suárez y Daniel Grao, estrena este 30 de julio en Netflix una historia de suspense que ahora puede revivirse a pie de escenario. La ruta recorre enclaves naturales y culturales claves en la película, y propone al visitante redescubrir la provincia a través de sus paisajes cinematográficos.

Impulsada por la Burgos Film Commission —dependiente de ProBurgos y Sodebur—, la iniciativa conecta el interés por el cine con el patrimonio local. La huella del mal ha sido la primera producción rodada en los yacimientos de Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad, y su trama policial ha servido para tejer un itinerario que va del Paleolítico a la actualidad.

El recorrido comienza en el Centro de Arqueología Experimental (Carex), escenario del hallazgo del cadáver de una joven que dispara la historia. Desde allí, se propone visitar los propios yacimientos de Atapuerca y el Museo de la Evolución Humana (MEH), donde se exhiben los descubrimientos arqueológicos clave en el estudio de la evolución humana.

Otros escenarios destacados son el desfiladero de La Yecla, el Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, Santo Domingo de Silos y Paleolítico Vivo —un parque con especies que habitaron Europa hace 10.000 años—. La localidad de Frías, donde se rodaron varias escenas, también forma parte del itinerario. En la novela, Frías aparece con el nombre ficticio de Niebla.

Con esta ruta, Burgos aprovecha el impacto de una producción nacional de éxito para fomentar un turismo temático que mezcla naturaleza, historia y ficción. El visitante puede no solo seguir las huellas del crimen, sino también reencontrarse con una tierra que ha sido, desde la prehistoria hasta hoy, escenario de grandes historias.

Redacción (Agencias)