Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) ha desarrollado un innovador sistema de cálculo para medir el impacto de los rayos en los bosques del planeta. Por primera vez, se ha podido estimar de forma global cuántos árboles mueren cada años a causa de descargas eléctricas naturales: alrededor de 320 millones.
Estos datos, publicados en la revista Global Change Biology, no incluyen los árboles destruidos en incendios forestales provocados por rayos, por lo que el impacto real podría ser aún mayor. Los expertos advierten que, con el aumento previsto de tormentas eléctricas debido al cambio climático, la mortalidad arbórea por rayos podría incrementarse notablemente en las próximas décadas.
Hasta ahora, los efectos directos de los rayos en los árboles eran difíciles de cuantificar y solo se habían estudiado en ubicaciones puntuales. El equipo de la TUM ha logrado avanzar integrando observaciones empíricas con un modelo global de vegetación, lo que les ha permitido identificar las regiones más afectadas y evaluar el efecto sobre el almacenamiento de carbono y la dinámica forestal.
El estudio estima que la descomposición de los árboles muertos por rayos genera entre 770 y 1.090 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, una cantidad comparable a la liberada por la quema directa de plantas vivas en incendios forestales. Si bien las emisiones totales de estos incendios son mayores, este nuevo factor revela un componente hasta ahora subestimado en el balance global del carbono.
Los autores señalan que actualmente los rayos causan más muertes arbóreas en zonas tropicales, pero los modelos climáticos anticipan un aumento de su frecuencia en zonas templadas y boreales. Esto podría alterar significativamente la estructura de los bosques en esas regiones y aumentar su vulnerabilidad frente al cambio climático.
Redacción: (Agencias).




