La NASA está ultimando los preparativos para el lanzamiento de TRACERS (por sus siglas en inglés, Rastreadores), una misión compuesta por dos pequeños satélites gemelos que investigarán cómo el escudo magnético terrestre defiende al planeta del viento solar y cuál es el efecto de esta interacción en la Tierra. El despegue está previsto para finales de este mes.
Según explicó Joe Westlake, director de la división de Heliofísica de la NASA, el objetivo principal de TRACERS es adquirir un conocimiento fundamental que permita predecir cómo la energía proveniente del Sol afecta a nuestro planeta y a tecnologías vitales como las señales GPS, las redes eléctricas y la seguridad de los astronautas en el espacio. Este estudio es clave para mantener la vida cotidiana y avanzar en la exploración espacial de manera segura.

El viento solar está formado por partículas cargadas, principalmente protones y electrones, que emanan continuamente del Sol y que, al interactuar con la Tierra, generan fenómenos como las auroras boreales. Sin embargo, este flujo también puede causar efectos perjudiciales, como interrupciones en las redes eléctricas y problemas en los sistemas de navegación, alertó el investigador principal de la misión, David Miles.
TRACERS desplegará dos satélites que volarán en órbitas polares, uno tras otro, con una distancia muy reducida entre ellos. Esto permitirá tomar mediciones rápidas y simultáneas del plasma que conforma la magnetosfera terrestre, incluyendo campos eléctricos y magnéticos, así como la composición de iones y electrones locales.
Además, la misión incluye otras tres cargas útiles, entre ellas un instrumento para estudiar cómo las partículas de alta energía en las bandas de radiación alrededor de la Tierra se dispersan hacia la atmósfera. Según la investigadora Robyn Millan, estas partículas representan una amenaza para los satélites y pueden contribuir a la destrucción de la capa de ozono al precipitarse sobre la atmósfera terrestre.
Redacción: (Agencias).




