Un reciente estudio dirigido por el Centro de Investigación de Ballenas y la Universidad de Exeter ha revelado un comportamiento sorprendente en las orcas residentes del sur, que podría cambiar nuestra comprensión sobre el uso de herramientas en mamíferos marinos. Por primera vez, se ha observado que las orcas emplean trozos de algas para masajearse mutuamente, lo que representa la primera evidencia documentada de uso de herramientas entre mamíferos marinos. Este comportamiento fue registrado en el mar de Salish, en el noroeste del Pacífico, y fue captado mediante drones, lo que permitió a los investigadores analizarlo en detalle.
En el estudio, los científicos descubrieron que las orcas muerden los extremos de las algas, las colocan entre ellas y sus parejas, y las mueven entre sus cuerpos durante largos períodos de tiempo. Este comportamiento, denominado ‘allokelping’, es diferente del ‘kelping’ tradicional, donde las orcas simplemente juegan con las algas o las utilizan para eliminar parásitos. El nuevo descubrimiento implica una manipulación más deliberada y social de las algas, lo que sugiere que podría tener un papel importante en la salud de la piel o en la construcción de relaciones dentro del grupo.

El hallazgo es aún más sorprendente dado que las orcas involucradas en este comportamiento provenían de los tres grupos de orcas residentes del sur, una población crítica con menos de 80 individuos. El ‘allokelping’ parece ser una parte fundamental de su vida social, ya que se observó a orcas de todas las edades participando en esta práctica. El equipo de investigación sospecha que este comportamiento podría ser universal entre esta población, ya que se vio en ocho de los doce días del estudio.
Aunque el uso de las algas podría tener beneficios en la salud de la piel, similar a otras estrategias observadas en orcas y delfines, los investigadores también sugieren que esta práctica podría servir para reducir el estrés social y fortalecer los vínculos entre los miembros del grupo. El contacto físico es fundamental en las orcas, como en los primates, y el uso de herramientas como las algas podría ser una extensión de este comportamiento. Sin embargo, los investigadores también señalan que los bosques de algas, donde las orcas seleccionan sus “herramientas”, están desapareciendo debido al calentamiento global, lo que añade una nueva amenaza para la supervivencia de estas orcas.
Con solo 73 orcas residentes del sur registradas en el último censo, el futuro de esta población es incierto. El panorama para las orcas es cada vez más sombrío, ya que enfrentan una reducción de su tasa de natalidad, la disminución de su fuente principal de alimento, el salmón Chinook, y la pérdida de su hábitat debido a la contaminación y el cambio climático. A menos que se implementen cambios significativos en su conservación, la población de orcas residentes del sur podría seguir disminuyendo, poniendo en peligro su supervivencia a largo plazo.
Redacción (Agencias).




