Más de 3.800 personas recibieron un trasplante de médula en 2024, con un récord de donantes nuevos y un impulso clave del plan nacional.
En 2024, España volvió a romper récords con 3.844 trasplantes de médula ósea, un tratamiento clave para enfermedades como leucemias, linfomas o mielomas. La mayoría (un 58%) se hicieron con células del propio paciente, lo que se llama trasplante autólogo. El resto (42%) vinieron de donantes, ya fueran familiares o personas anónimas que decidieron apuntarse a salvar vidas.
Pero aquí viene lo más potente: la tasa de trasplantes con donante en nuestro país duplicó la media europea. Mientras que en Europa ronda los 15 por cada millón de habitantes, en España llegamos a casi 33. Un auténtico subidón que se explica por el empujón del Plan Nacional de Médula Ósea, que lleva más de una década promoviendo la donación y que ha hecho que desde 2012 el número de trasplantes haya crecido un 42%.
Detrás de esto hay un trabajo conjunto de la ONT, la Fundación Josep Carreras, las comunidades autónomas y asociaciones de pacientes. Todo ese curro se refleja en campañas como “Un match x una vida”, que ha sido clave para que en 2024 se sumaran 30.010 nuevos donantes al registro español (Redmo). Gracias a eso, España tiene el mayor banco de sangre de cordón umbilical de Europa y el tercero del mundo. Y sí, eso también salva vidas.
Por regiones, Madrid, Andalucía y Cataluña fueron las que más trasplantes hicieron, pero en proporción a su población destacan Navarra, Cantabria y Murcia. Y ojo, porque también hubo 306 trasplantes pediátricos, muchos de ellos por enfermedades no cancerígenas.
Eso sí, aunque el 64% de los donantes son mujeres, los hospitales siguen pidiendo más hombres, ya que los trasplantes con donantes varones suelen tener mejores resultados médicos.
Redacción (Agencias).




