Robots para combatir la soledad

Snow mide un metro, pesa 30 kilos, es amable, entrañable y sorprendente y, pese a no tener corazón, ni sangre, ni venas, aspira a ser la fórmula contra la soledad, un problema al que se enfrentan cada vez más ancianos en China.

Fabricado por Csjbot y de género femenino y forma de pingüino, Snow es capaz de reconocer las principales emociones humanas y adaptar su comportamiento al estado de ánimo de su interlocutor.

«Puede reproducir música, contar historias, responder preguntas (…). Los ancianos que viven solos o que están en una residencia muchas veces se sienten solos porque sus hijos están trabajando, o viven lejos. Los robots pueden ser una compañía familiar, como la de un gato», cuenta a Efe Shirlin Na, directora para Europa de la compañía.

El precio de mercado de este robot, fabricado en China con tecnología japonesa, es de 12.000 dólares, y ya puede conseguirse en una veintena de países.

Redacción (Agencias)