Marcelino, el príncipe de los payasos

Marcelino Orbés fue el mejor artista de circo de su época y posiblemente de todos los tiempos, y vivió entre millones de risas antes de matarse con sólo seis dólares en el bolsillo.

Marcelino, el payaso, nació en Jaca (Huesca) en 1873.  Cuando era niño abandonó abandonó el municipio oscense para triunfar en Holanda, en Reino Unido y Estados Unidos.

«Marceline, the clown», como se le conocía, era un maestro a primeros del siglo XX; era el éxito, él era circo. Hasta Charles Chaplin le admiró. Sin embargo, por detrás de la pintura y por debajo de la peluca roja, se escapaba el payaso y aparecía el hombre.

La llegada del cine fue el comienzo de su declive, y por si fuera poco, le pilló «mayor». En 1927, solo en la habitación de un hotel de Nueva York, la ciudad que le acogió y le trató como una estrella mundial, Marcelino se pegó un tiro con un revolver.

La Diputación de Huesca ha organizado la exposición «Marcelino, el príncipe de los payasos», que podrá verse en la capital oscense hasta el 25 de febrero.

Redacción (Agencias)