Lou Reed nos deja. El cantante estadounidense y cofundador de la banda The Velvet Underground ha fallecido a los 71 años de edad, tal y como ha confirmado su agente Andy Woolliscroft al diario The Guardian. Por ahora se desconocen las causas de su muerte, aunque todo apunta a un trasplante de hígado en mayo del que el cantante se estaba recuperando.
Lou Reed es, sin duda, una de las voces más legendarias de la historia del rock. Considerado el padre del rock alternativo, Reed ha compuesto decenas de canciones que se han convertido en algunas de las más influyentes de la cultura pop en general, y del rock alternativo en particular.
Lewis Allen ‘Lou’ Reed nació en 1942 en Long Island, y aprendió a tocar la guitarra escuchando la radio. Enseguida mostró interés por el ‘rock and roll’ y el ‘rhythm and blues’, y empezó a tocar en varias bandas durante su estancia en el instituto y en la universidad.
A los 14 años de edad, Reed recibió terapia por ser bisexual, algo que influiría posteriormente en varias de sus composiciones, como en ‘Kill Your Sons’. A los 22 años corría el año 1964, y Lewis Allen se trasladó a Nueva York donde empezó a trabajar para Pickwick Records, consiguiendo algún hit pequeño con su single paródico «The Ostrich».
Poco después se juntó con John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker para fundar The Velvet Underground, banda que nunca tuvo éxito comercial… pero que a día de hoy continúa siendo uno de los grupos más influyentes en la cultura alternativa.
En 1970 Reed deja a la Velvet, y graba su primer álbum, ‘Lou Reed’, que tampoco tuvo mucho éxito. Tras esto buscó sitio dentro del glam rock lanzando Transformer, producido por David Bowie. Es ahí donde aparece una de sus canciones más conocidas: Walk on the Wild Side, una historia de encuentros sexuales con diferentes clases de personas. Milagrosamente, los temas tabú de la canción no impidieron que la canción recibiese una amplia cobertura de radio en su estreno.
Después de Transformer, Lou Reed llegaría a sacar más de 20 discos de estudio, en los que el cantante intentaba -álbum tras álbum- innovar, transgredir y dar una vuelta de tuerca a sus trabajos anteriores. Su vida, de alguna manera, marcó cada uno de sus discos: a principio de los años 80 el neoyorquino dejó las drogas, algo que se notó en la seriedad de sus trabajos.
Cuando llega el nuevo siglo, Reed le da más importancia aún al teatro y a la poesía dentro de su música. Es así como realiza una gira con el espectáculo Words and Music junto a Laurie Anderson. Más tarde, en 2003, publica The Raven: un doble álbum basado en la obra de Edgar Allan Poe.
En sus últimos años de vida ha colaborado con The Killers y Gorillaz… y finalmente con Metallica: fue en 2011, cuando se juntó con la banda de ‘thrash metal’ para lanzar ‘Lulu’, un álbum de estudio inspirado en la obra de teatro del mismo nombre del dramaturgo alemán Frank Wedekind sobre la vida de una bailarina que fue víctima de abusos sexuales.
Ahora, un 27 de octubre de 2013, Lou Reed nos deja con un legado y una influencia impresionantes. Reed, la mirada triste del rock, se va tras haber dado una lección a todo artista: la importancia que tiene, día tras día, buscar esa vuelta de tuerca que lleve la creación a algo nuevo, algo distinto, algo transgresor no sólo con la sociedad y el mundo que lo rodea, sino con la obra de uno mismo.
Lou Reed se va… no sin antes invitarnos, una vez más, a dar una vuelta por el lado salvaje.
Borja Bermúdez-Cañete
